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El cambio de hora es algo que experimentamos dos veces al año con el que se supone que reducimos el consumo de energía, pero ¿cuánto se ahorra con el cambio horario? Vamos a descubrirlo.
Qué es el cambio horario
Como todos sabemos el cambio horario o de hora consiste en adelantar los relojes una hora (horario de verano) para atrasarla (horario de invierno o estándar) alrededor de medio año después.
El cambio se justifica indicando que con él disfrutamos de más horas de luz natural y por tanto no es necesario utilizar tanto la iluminación eléctrica.
Origen del cambio de hora
Se atribuye a Benjamin Franklin (18 de octubre de 1785-5 de noviembre de 1788) el origen de este concepto en 1784 cuando, en su época como embajador de Estados Unidos en Francia, envió una carta al diario Le Journal de París donde proponía algunas medidas para ahorrar energía.
Aunque sus propuestas no se tomaron en serio hasta años después cuando, durante la I Guerra mundial, Alemania adelantó una hora durante los meses de más luz reduciendo así el consumo de carbón.
En España esta medida se empezó a aplicar en 1918 mediante el Real Decreto del 3 de abril. Práctica que se fue produciendo de forma irregular hasta 1950 donde se abandonó completamente.
Posteriormente, en 1974 se volvió a instaurar ante la necesidad de ahorrar combustible durante la primera crisis del petróleo. En 2001 fue cuando finalmente se estableció el cambio de hora de forma indefinida en la Unión Europea, dejando obosoleta la directiva de 1981 que se renovaba cada cuatro años.
Esta práctica no se realiza en todo el mundo. El horario de verano lo aplican unos 70 países como podemos ver en el mapa siguiente
Cuándo se cambia la hora
Como hemos comentado, en 2001 y más concretamente en la Directiva 2000/84/CE, de 19 de enero de 2001 se reguló de forma permanente el cambio horario.
En esta normativa se establece que el horario de verano comienza el último domingo de marzo y termina el último domingo de octubre. Los cambios se realizan a la 01:00 am hora de tiempo universal (UTC +0).
¿Se ahorra dinero y energía con el cambio de hora?
Sin duda un debate recurrente, con defensores y detractores. Hay informes que avalan ambas opiniones y alcanzar un consenso se antoja cuanto menos complejo.
Un estudio de la Comisión Europea concluye que con esta hora más de sol sí se produce un ahorro en el gasto energético. A su vez, desde IDAE (Instituto español para la Diversificación y Ahorro de la Energía) indican que el ahorro potencial se situaría en torno al 5%, la mayoría en industria y servicios, lo que se traduce en un ahorro para los hogares de unos 6€.
El ahorro potencial con el cambio de hora debe acompañarse de medidas para racionalizar el consumo para que sea efectivo. Desde efectoLED, ya te presentamos más de 100 trucos para ahorrar energía durante todo el año.
Otros estudios indican que este ahorro es prácticamente nulo y que causa más problemas de los que resuelve. En ellos también se tiene en cuenta que este cambio de hora tiene un efecto jet lag ya que afecta a nuestro reloj biológico.
Además, la mayoría de estudios a nivel europeo no tienen en cuenta las peculiaridades de cada país (como las horas de sol) o el avance de la tecnología de iluminación.
Si en un principio teníamos una bombilla incandescente de 100W, posteriormente empleamos fluorescentes de 24W y actualmente podemos utilizar una bombilla LED de 12W o menos, siendo el ahorro de una hora de luz cada vez más pequeño.
A todo ello tenemos que unir el uso cada vez extendido de sensores de presencia y crepusculares, que permiten automatizar el encendido y apagado de las luces en función del uso y el nivel de luz natural en el espacio.
El problema del huso horario en España
Cabe destacar que en España ya tenemos la hora desplazada. Esto es así ya que se conserva el huso horario de Berlín, que se impuso en 1943, en lugar del que geográficamente le correspondería.
Esto hace que el desfase con el horario solar sea mayor, sobre todo si consideramos que del oeste al este del país, el sol se pone con una hora de diferencia.
En definitiva, merecería la pena valorar si el ahorro que se pueda conseguir y que, como hemos señalado, en iluminación es cada vez menor llega a compensar la merma productiva que este jet lag nos causa dos veces al año.
Esperamos vuestros comentarios al respecto.