¿Qué potencia elegir para un proyector LED exterior?

Última actualización: 29/12/2025

Elegir la potencia adecuada para un proyector LED exterior es una decisión clave si quieres una iluminación eficaz sin disparar el consumo energético. Es muy habitual pensar que cuantos más vatios tenga un foco, más iluminará.

Sin embargo, con la tecnología LED esto ya no es así: la potencia indica principalmente el consumo eléctrico, no la cantidad de luz que percibimos. Para acertar en la elección, conviene entender primero la diferencia entre vatios y lúmenes, y después relacionar la potencia con el uso, el área a iluminar y la altura de instalación.

Potencia o lúmenes: qué es realmente importante

En iluminación LED, la potencia en vatios (W) solo nos dice cuánta energía consume el proyector. Para saber si un proyector ilumina mucho o poco, la referencia correcta son los lúmenes (lm), es decir, la cantidad real de luz que emite.

A partir de ahí entra en juego otro dato importante: la eficacia luminosa, que se expresa en lúmenes por vatio (lm/W). Este valor indica cuánta luz genera el proyector por cada vatio consumido. Un proyector con buena eficacia puede ofrecer la misma iluminación con menos potencia. Por eso, un proyector LED de 30 W puede proporcionar una luz equivalente a la de un antiguo halógeno de 150 W.

En resumen, para elegir bien no basta con mirar los vatios. Hay que fijarse en los lúmenes totales y en la eficacia del proyector.

Cómo elegir la potencia de un proyector LED exterior

A pesar de que, como hemos visto, la característica que define la cantidad de luz es la luminosidad no la potencia, usaremos esta última como referencia ya que es la que resulta más familiar a la mayoría de usuarios.

La potencia necesaria no es la misma para iluminar una pequeña terraza que para iluminar un aparcamiento o un jardín grande. El uso que vayas a darle al proyector condiciona tanto la potencia como el número de proyectores que conviene instalar.

Para una iluminación funcional o de ambiente en balcones y terrazas pequeñas, suele ser suficiente un proyector entre 10 y 20 W. La idea en estos casos no es conseguir una iluminación muy intensa, sino crear un ambiente agradable sin deslumbrar y con un consumo reducido.

Focos proyectores en diferentes instalaciones

Cuando se trata de iluminar zonas de paso o seguridad, como entradas, accesos o portales, la potencia recomendada suele subir a un rango de 20 a 30 W. Con este nivel de luz se consigue ver y ser visto con claridad, especialmente si el proyector se combina con un detector de movimiento.

En patios, jardines medianos o fachadas, lo habitual es trabajar entre 30 y 50 W. Este rango ofrece un nivel de iluminación equilibrado para áreas de tamaño moderado, suficiente para disfrutar del espacio y moverse con comodidad.

Para zonas más grandes, como jardines amplios, aparcamientos o áreas de trabajo exterior, la potencia recomendada suele oscilar entre 50 y 100 W. En estos casos es importante tener en cuenta también la altura de instalación y el ángulo de apertura, ya que la luz debe repartirse de forma uniforme.

Por último, en entornos profesionales o industriales como naves, pistas deportivas o muelles de carga, no es raro utilizar proyectores de alta potencia que pueden superar los 250 W, siempre buscando una buena eficacia y un diseño adecuado a la aplicación.

Relación entre luminosidad, área y altura de instalación en exterior

Además del uso, también importa el tamaño aproximado de la zona a iluminar y la altura a la que se instalará el proyector. Como orientación, si buscamos una iluminación general (unos 100 lux) se puede utilizar la siguiente tabla:

SuperfícieLúmenes recomendadosAltura de instalación
10 m²~1.000 lm3 m
10 m²~1.600 lm6 m
20 m²~2.000 lm3 m
20 m²~3.200 lm6 m
50 m²~6.500 lm5 m
100 m²~16.000 lm8 m

Cuanto más alto instales el proyector, mayor potencia necesitarás para compensar la pérdida de intensidad a medida que la luz se dispersa. Por eso, en instalaciones muy altas suele ser preferible usar proyectores más potentes o distribuir varios puntos de luz en lugar de depender de uno solo.

El papel del ángulo de apertura

La potencia tampoco lo es todo. El ángulo de apertura del haz de luz influye de manera decisiva en cómo se percibe la iluminación. Un foco con un ángulo estrecho concentra la luz en una zona concreta, mientras que uno con un ángulo amplio reparte la luz en un área mayor pero con menos intensidad puntual.

Un ángulo estrecho, por ejemplo entre 30° y 60°, resulta útil para resaltar elementos concretos. Un ángulo medio, de alrededor de 60° a 90°, suele ser una opción versátil si se busca iluminar sin concentrar demasiado la luz. Finalmente, los ángulos amplios, en torno a 100° a 120°, están pensados para cubrir áreas grandes u ofrecer una iluminación más uniforme.

El espacio iluminado desde la misma altura (3m) aumenta con el ángulo de apertura

En el caso de los focos proyectores, la mayoría cuentan con un ángulo de apertura amplio, normalmente de unos 120º, lo que los hace ideales para iluminar espacios amplios de manera homogénea.

Proyectores LED con detector de movimiento: qué potencia elegir

En los proyectores LED con detector de movimiento, lo habitual es optar por potencias medias, ya que solo se encienden cuando detectan presencia y no es necesario mantener una iluminación continua muy intensa.

Funcionamiento del sensor de movimiento

Para entradas, accesos y puertas suele ser suficiente un proyector de entre 20 y 30 W con sensor. Para jardines o zonas de paso más amplias, puede ser más adecuado subir a un rango de 30 a 50 W. De esta forma se consigue una luz eficaz cuando se necesita, se evitan deslumbramientos innecesarios y se reduce el consumo eléctrico global de la instalación.

Recomendaciones prácticas para acertar con la potencia

A la hora de elegir la potencia de un proyector LED exterior, conviene tener en cuenta varios aspectos. El primero es evitar elegir únicamente por vatios: la referencia deberían ser los lúmenes totales y la eficacia luminosa. Como orientación, es aconsejable buscar proyectores con al menos 100 lm/W de eficacia, y si se aproxima a 120–140 lm/W, mejor todavía.

También es importante pensar en la altura de instalación y en el ángulo de apertura, ya que ambos factores influyen directamente en el nivel de iluminación percibida. Para zonas residenciales, suele ser preferible pecar de prudente con la potencia para evitar deslumbrar a vecinos o peatones, sobre todo cuando hay varios proyectores. En exteriores, además, es imprescindible elegir equipos con un grado de protección adecuado, normalmente IP65 o superior, para resistir la lluvia y el polvo.

En áreas grandes, a menudo es más eficiente y cómodo combinar varios proyectores de menor potencia en diferentes puntos que recurrir a un único foco muy potente. Esta solución mejora la uniformidad de la luz y reduce las sombras marcadas.

Puntos clave a tener en cuenta

Elegir la potencia adecuada de un proyector LED exterior implica ir más allá del número de vatios. La decisión debe basarse en la cantidad de luz que emite el proyector, el tamaño del área a iluminar, la altura de instalación, el ángulo de apertura y el uso previsto.

En la mayoría de aplicaciones de un proyector de uso residencial, la potencia ideal suele situarse entre 20 y 50 W, mientras que en entornos más exigentes solemos encontrar proyectores profesionales con potencias superiores a 100 W y un diseño de iluminación más elaborado con, por ejemplo, ópticas especiales.

Teniendo en cuenta estos factores, es posible conseguir una iluminación exterior eficiente, cómoda y adaptada a cada espacio.